sábado, 17 de septiembre de 2011

Kathmandú

Por fin hemos llegado a Kathmandú, una ciudad caótica, ruidosa, sucia, pero llena de vida como ninguna otra en la que hayamos estado.

Nuestro primer contacto con la ciudad fue ayer, durante el trayecto entre el aeropuerto y el hotel en el que nos alojamos. En apenas media hora, pudimos comprobar que el desorden es absoluto, no hay carriles, no se respeta el sentido de circulación, no hay pasos de cebra, ni tampoco semáforos. Nos preguntábamos cómo podríamos andar en semejante desorden sin ser atropellados.

Hoy hemos salido a pasear para tomar el pulso a la ciudad y hemos visto que este caos tiene cierto sentido si sigues determinadas normas: si te pitan, te apartas o te paras; para cruzar la calle, hay que lanzarse sin miedo, ya que motos, coches, bicis y demás vehículos te esquivan. Asusta un poco al principio, pero si te fijas en cómo lo hacen ellos, no pasa nada. Al menos por ahora, je, je...

Lo que tenemos claro es que continuaremos recorriendo la ciudad a pie, que es como mejor se conocen los lugares y sobre todo aqui, que hay tantas cosas sorprendentes de la vida cotidiana de sus habitantes.

Nuestro primer destino ha sido la Plaza Durbar. Por la entrada hemos tenido que pagar 300 rupias cada uno y el pase nos sirve para el tiempo que permanezcamos en Kathmandu. Para ésto, hemos ido a la oficina de monumentos situada en el lado sur de la Plaza Basantapur y menos mal que llevábamos una foto porque te la piden para darte el pase.

La Plaza es un conjunto monumental conformado por múltiples templos, museos y un palacio de la familia real. Lo mejor es sentarse en la escalinata de uno de esos templos y contemplar la maraña de personas, vehículos, animales y cosas que se pasean por allí. Podríamos estar horas observando sin aburrirnos. Así que nos ha gustado, pero hay que reconocer que los edificios podrían estar mejor conservados. Suponemos que en uno de los países más pobres del mundo, existen otras prioridades que no son precisamente la restauración de su patrimonio artístico.

Mientras caminamos por las calles de Kathmandu, no dejan de acercarse vendedores, guías y otros, ofreciendo sus productos y servicios. Nos habían dicho que son muy pesados, pero no nos ha parecido que sea para tanto. Como mucho, te acompañan durante unos metros intentando convencerte. Todavía no hemos comprado nada más que lo imprescindible, es decir, comida y bebida, que por cierto es muy barata.

La anécdota es que hoy hemos sufrido el primer timo. Teníamos claro que no queríamos contratar a ningún guía. En la Plaza Durbar se nos han acercado varios y les hemos dicho que no a todos. Pero cuando estábamos sentados fuera del museo,viendo cómo se hacían las ofrendas al dios mono, se nos ha acercado un tipo "lleno de buenas intenciones y gran corazón" según sus propias palabras. Nos ha dicho que era guía y como a todos los demás, le hemos dicho que no necesitábamos ninguno. A pesar de todo se ha sentado con nosotros y nos ha contado cosas interesantes sobre la plaza, además de que para él lo importante no era el dinero, sino el karma y la felicidad, etc, etc...Como nos ha caído majete, le hemos invitado a tomar algo con nosotros en una terraza. Al final nos ha metido un rollo de mucho cuidado y cuando ha terminado, ¡sorpresa! nos viene con que este tiempo que ha estado con nosotros forma parte de su trabajo y nos pide la simpática cantidad de 700 rupias. Menos mal que nuestra filosofía en este viaje es no enfadarnos, así que, nos ponemos serios con él y para que nos deje en paz, le damos 250. Lo que nos ha molestado no ha sido tener que darle el dinero, sino que nos hubiera engañado, cuando, desde un principio, le habíamos dejado claro que no necesitábamos sus servicios. Estaba claro que nos iban a timar, y, seguramente, éste no será el último, aunque seguro que iremos espabilando por la cuenta que nos trae.

Por lo demás, el tiempo es agradable. No hace demasiado calor y hoy nos han caído cuatro gotas que ni tan siquiera han mojado el suelo.

Bueno, ya basta de rollo por hoy, ahí va alguna foto...





6 comentarios:

Anónimo dijo...

Kaixo preciosos,

¡Qué alegría saber que habéis llegado sin contratiempos! Veo que estáis de maravilla. Si pudiera trasladar mi cuerpo… Habrá que buscar la técnica, jajaja

La verdad es que lo que has contando (el caos y todo eso) me ha recordado mucho a El Cairo. Y sobre el timo, algo parecido nos pasó en Egipto. Cuando piensas que estas haciendo un acto de generosidad, va y te timan. El problema, quizás, es nuestro ego, pero bueno, son cosas que se aprenden y al final, os haréis inmunes.

Silvitxus, espero que pronto nos escribas unas líneas para saber tus impresiones. Por cierto, ¡Qué guapa la foto!

Mil besos,
Estibalitz

Anónimo dijo...

Nepal mi querida Nepal, cuántos recuerdos acuden a mi... grandes tesoros ocultos están a la mirada superficial y como bien decís un aparente caos hay en esa ciudad, más he de decir que si observamos el movimiento aparentemente caótico de nuestras células, mayor equilibrio y perfección se pueden ver??
Un querido amigo fué por esas tierras con el peso de la comparación y con el paso de los días, observó que su mente y cuerpo empezó a saturarse de los olores, colores, suciedad etc... y cuando su mirada cambió y fué como la del niño inocente que sin comparar contiene en sus ojos la llama de la pasión... empezó a disfrutar realmente y descubríó los tesoros ocultos que están a nuestro alcance y que por no querer dejar nuestro pasado atras, nuestro pesar no nos deja ver más allá.
Cuidaos mucho, cuidad a Nepal, que seguro que os abrazará en su dulce manto de la amistad.

Un abrazo de un seguidor.

Anónimo dijo...

Holaaaaa Joni macarroni y mi linda Silvia, jajaja. Qué tal el avión Silvia? muy pesado el viaje para llegar a destino?? Me alegra ver que estáis bien y que habéis comenzado vuestras andanzas por este viaje que no acaba más que empezar. Os puedo asegurar que me acuerdo de vosotros, pensando, dónde estarán, qué estarán haciendo?... si me toca la lotería cojo el avión y junto con Esti, allí me voy con vosotros.
Mil besos y disfrutad como si fuera el último día.

Ander.

Anónimo dijo...

Qué alegría me he llevado cuando he visto que habías escrito!!
¿Qué tal el viaje hasta Katmandú? Al igual que Ander, yo también pienso en vosotros cada dos por tres preguntándome qué estaréis haciendo.
Qué fuerte que haya que pagar por entrar en una plaza, ¿no? Bueno, supongo que son distintas costumbres.

Gracias por dejarnos disfrutad de esta aventura a través del blog.

Muxu haundi bat.

Idurre.

Anónimo dijo...

kaixo bikote!zenbat bizikera berri bai zuentzat baita pantailaren atzetik jarraitzen zaituztegunentzat ere.
Ikusten dudanez hemen gaudenok, antzeko sentimenduak ditugu zuekiko eta denak irrikitan gaude,zuen abentura, histori, argazki...berri noiz azalduko.
Zearo emozionatuta nago... zuen lerro hauen bitartez nik ere Katmandura egiten dut bidai. Zemuz zapore berriak?Badirudi argazkian ageri diren emakume lirain horiei, kamararen aurrean azaltzea gustatzen zaiela, eskerak ez duten diruaren truk egiten... jejeje.

Muxu haundi bana.

Larraitz

Anónimo dijo...

Grandes!!! Hasta el dia de hoy no habia entrado a leer nada. La verdad, ando tan liado a lo largo del dia que ni me acordaba del blog viajero. Jo que gozada poder leeros.

Espero que sigais bien y que todos sean timos como los del tipo ese y nada mas.

Yo recuerdo a una gitana en sevilla que tambien me la lio y me fundio 20 euros la muy zorra!!!!

pues nada, espero poder volver a leeros pronto.

p.d. te vas a perder amigo jon tu primer jueves de huevos fritos. te echaremos de menos

joseba b.